Las ITS o infecciones de transmisión sexual son un conjunto de infecciones causadas por diversas bacterias, virus y parásitos que se contraen al tener relaciones sexuales con una persona infectada previamente.
Este artículo ha sido corregido y revisado por el Doctor Josep Riera
Las siglas ITS hacen referencia a las infecciones de transmisión sexual, que son causadas por diferentes bacterias, parásitos y virus externos que se adquieren al tener relaciones sexuales con una persona infectada.
Se trata de manifestaciones muy heterogéneas y frecuentes, que pueden pasar desapercibidas si no son valoradas por un especialista en el campo.
La mayoría de las ITS afectan tanto a hombres como a mujeres, pero en muchos casos los problemas de salud que provocan pueden ser más graves en las mujeres. Si una mujer embarazada padece de ITS, puede causarle graves problemas de salud al bebé.
A continuación, te contamos más sobre qué son, los tipos de ITS más comunes y cómo detectarlas.
La principal diferencia entre una ITS (infección de transmisión sexual) y una ETS (enfermedad de transmisión sexual) es que una ITS se produce en el momento en que la persona se contagia de un patógeno (virus, bacteria, parásito…). En cambio, hablamos de ETS en el momento en que este patógeno produce una enfermedad.
A pesar de esta diferencia, hoy en día se prefiere utilizar el término ITS para, entre otros, disminuir la carga que implica el término “enfermedad”.
Existen más de 20 tipos de ITS distintas. Su forma de presentación es variada, con un periodo de incubación distinto según cada caso.
Entre las más frecuentes, encontramos:
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Se ha observado un incremento notable de ITS en los últimos años, llegando incluso a aumentos anuales en su incidencia del 30%.
El contagio de las ITS se produce mayoritariamente a través de mantener relaciones sexuales con alguien infectado. Estre contacto sexual normalmente es vaginal, oral y/o anal; aunque en algunos casos las ETS también pueden propagarse a través del contacto piel con piel en zonas íntimas; o bien al intercambiar o entrar en contacto con los fluidos corporales de otra persona infectada.
A veces, determinadas ITS también pueden transmitirse desde una persona embarazada a su bebé durante el embarazo, la lactancia o al dar a luz.
Toda persona sexualmente activa puede ser infectada por una ITS. Los jóvenes sexualmente activos tienen un riesgo mayor de contraer un ITS debido a una combinación de razones conductuales y biológicas.
Es posible que algunos pacientes no presenten ningún síntoma al contraer una ITS.
No obstante, los síntomas más comunes de una ITS en hombres y mujeres incluyen:
La aparición de los síntomas de una ITS suele oscilar entre 2-90 días después de que se produzca el contacto que ha provocado la infección, dependiendo de cada caso. Sin embargo, también existen casos de pacientes, como ocurre con la sífilis o el VIH, en los que los síntomas no se manifiestan hasta pasado mucho tiempo después.
Toda persona sexualmente activa puede contraer una ITS. Como se ha mencionado anteriormente, muchas enfermedades de transmisión sexual manifiestan síntomas muy diversos, y a veces incluso ninguno. La única manera de saber con certeza si tú o tu pareja estáis infectados por una ITS es acudir a un médico especialista en ETS para someterse a una prueba de detección.
Si tienes dudas y tú o tu pareja presentáis síntomas como secreción genital, ardor al orinar, úlceras o sarpullido, debeis dejar de tener relaciones sexuales y consultar de inmediato a un profesional médico especialista en enfermedades venereas.
En Clínica Dermik ponemos a tu disposición un equipo de dermatólogos expertos en detección y tratamiento de ETS.
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El tratamiento de las ITS es eficaz en la gran mayoría de casos y varía desde terapias inyectables, antibióticos orales, crioterapia, làser...
Si la infección es causada por bacterias o parásitos, el médico puede tratarla con antibióticos u otros medicamentos. Si, en cambio, es una ETS causada por virus, no existen curas para eliminarla, pero sí medicamentos que pueden mantener los síntomas de la enfermedad bajo control, así como reducir su riesgo de contagio.
El único método 100% efectivo para evitar el riesgo de contagio de una ETS es la abstinencia sexual. El uso correcto de preservativos o una lámina de látex durante las relaciones orales son la manera de reducir este riesgo enormemente, aunque no lo eliminan.
Cualquier persona que tenga relaciones sexuales vaginales, orales o anales con una pareja que recientemente haya recibido un diagnóstico de una ETS debe acudir al médico para hacerse una evaluación.
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Dr. Josep Riera
Dermatología General y VenerologíaEl Dr. Josep Riera es en la actualidad especialista en dermatología general en la Clínica dermatológica Dermik. y especialista en dermatología en el Hospital Clínic y Provincial de Barcelona.
Fecha de última revisión: 20 de abril, 2023
Fuentes.