Es además altamente contagioso y se extiende progresivamente por medio de los dedos, toallas o ropa apareciendo nuevas lesiones en zonas vecinas o a distancia.
La infección de el impétigo en niños se produce por las bacterias Estafilococos y/o Estreptococos favorecida por una pérdida de la continuidad de la piel por traumatismos o heridas mínimas, mordedura de humanos o de animales, picadura de insectos, humedad y calor.
El impétigo en niños afecta en cualquier parte del cuerpo, pero las más frecuentes son alrededor de la nariz y la boca, manos y antebrazos, y en bebés en el área del pañal. Existen dos formas clínicas de presentación:
El impétigo en niños responde bien a los antibióticos tópicos. Pero si las lesiones son muy extensas o no ha habido un respuesta al tratamiento tópico se realiza un tratamiento con antibióticos orales durante 7 a 10 días, según el caso.
En todos los pacientes recomendamos el lavado de las zonas comprometidas con agua y jabón, buscando remover las costras y favorecer la cicatrización.
El impétigo en niños se puede prevenir teniendo un buen higiene, en especial en las manos. Otra forma de prevención es manteniendo limpias y secas las heridas, cortes, arañazos, áreas de eczema o de mordedura de insectos.
Los pacientes con impétigo deben mantener cubiertas las áreas de impétigo y cortas las uñas. Para prevenir el contagio a los familiares, recomendamos el uso de jabones antibacteriales, el uso personalizado de las toallas e individualizar las sábanas y la ropa.