El tratamiento con IPL (Luz Pulsada Intensa) mejora especialmente las arrugas finas, las manchas solares, las pequeñas telangiectasias (cuperosis), las rojeces difusas y el tamaño del poro de la piel.
El tratamiento consiste en la aplicación de un haz de luz similar al láser pero más versátil y con mejores resultados. El número de sesiones puede oscilar entre una y tres dependiendo de cada persona.
Cuando las manchas son muy pronunciadas, a veces no se consigue borrarlas definitivamente. Las manchas o rojeces quedan menos pronunciadas y casi imperceptibles pero sin llegar a desaparecer completamente.
En ocasiones se aconseja la aplicación de una crema despigmentante como preparación previa de la piel para que el tratamiento con IPL sea más efectivo.
Para realizar el tratamiento con IPL la piel no puede estar bronceada. Por ello debe evitarse la exposición solar un mes antes de la realización del tratamiento.
En general son necesarias entre una y tres sesiones y en cada sesión el aspecto de la piel va mejorando. Para mantener el buen aspecto de la piel aconsejamos un tratamiento al año.
Este tratamiento permite la reincorporación a la vida normal de forma inmediata. Ocasionalmente se puede notar una sensación de calor y la piel, transitoriamente, enrojecida, pero el uso de maquillaje permite ocultar esta rojez transitoria.
También es posible que durante los primeros días (entre 7 y 10) las manchas y/o rojeces se vean más pronunciadas aunque hay que esperar un mínimo de 4 semanas para valorar los resultados.
El resultado final es una piel más bonita, turgente y de aspecto más joven. Sus beneficios son especialmente visibles al mes del tratamiento y es en este momento cuando se valora el resultado de la primera sesión y se evalúa la necesidad de una sesión de repaso de alguna mancha o rojez o la realización de una nueva sesión.
Una vez realizado el tratamiento y especialmente durante el primer mes, debe usarse protección solar alta y evitar la exposición solar directa. Las manchas producidas por el sol tienen tendencia a reaparecer si no nos protegemos bien.
Las telangiectasias y los puntos rubí son capilares dilatados en dermis papilar y reticular alta. Cuando tenemos una red de capilares que se nutre desde una arteria central, la denominamos spider o araña vascular. Los lagos venosos son dilataciones venosas anómalas, visibles en la superficie cutánea.
El láser vascular y el IPL son el tratamiento más adecuados. El espacio necesario entre tratamientos es variable, entre 4 y 8 semanas.El tratamiento actúa directamente sobre los glóbulos rojos, produciendo una coagulación del vaso y su eliminación posterior.
Unas pocas sesiones son suficientes para eliminar las telangiectasias (entre 1 y 3), aunque es imposible predecir su número exacto.
Los resultados son completos a las cuatro semanas del tratamiento. En algunos casos, ha de repetirse la sesión, una decisión que corresponderá a su dermatólogo o su cirujano plástico.
La utilización de esta tecnología es compleja y precisa un entrenamiento adecuado. Los resultados obtenidos dependen de cada paciente y deben ajustarse a la realidad. La información de esta sección no sustituye la consulta a un especialista.
Las manchas solares (léntigos) mejoran sustancialmente con una sola sesión, tanto las de la cara y escote, como las del dorso de las manos. Aunque puede variar en función de cada persona, piel y edad.
Para la eliminación de manchas de la piel, se suelen realizar varias sesiones de unos 30 minutos con un período de cuatro semanas entre ellas. Dependiendo de las características de éstas, se necesitaran alguna sesión más en función del color, profundidad y tamaño.
El láser o la Luz Pulsada Intensa son un excelente tratamiento para mejorar el pigmento excesivo que se deposita en la piel ocasionando las molestas manchas.
Algunas pieles excesivamente manchadas o envejecidas requieren tratamientos combinados de láser, peeling y/o dermoabrasión para lograr los mejores resultados.