Las ondas de choque tienen la capacidad de propagarse por los tejidos y su efecto mecánico produce una cascada de beneficios en las estructuras tisulares:
Genera ondas de choque por medio de una pieza de mano ergonómica y las emite a través de un aplicador especial. Con ZWaveMed, se puede conseguir una profundidad máxima de penetración de aproximadamente 35mm en el tejido humano.
Las ondas de choque se crean porque se genera un campo electromagnético a través de una bobina en el extremo posterior de la pieza de mano. Un proyectil se acelera a través del campo, rebota contra el cabezal aplicador en la parte delantera de la pieza de mano, y genera ondas de choque que se propagan radialmente en el tejido.
Se valora la zona a tratar, se prepara y ajusta el programa para utilizar la frecuencia (Hz) y la energía (mJ) que mejor se adapta a la condición particular del paciente. Se aplica una loción lubricante y se realiza un masaje en el que se transmiten todos los pulsos, la pieza de mano se desliza sobre la piel de la zona a tratar.
Puede sentir una leve sensación de incomodidad o malestar durante el tratamiento porque se siente una percusión, unos pequeños golpes que se distribuyen de forma repetida. En todo momento se puede ajustar la intensidad del tratamiento para aportar comodidad al paciente.
No hay tiempo de recuperación, tras el tratamiento se pueden recuperar las actividades de la vida diaria.
El tratamiento puede tener una duración de entre 15 y 30 minutos, en función de la extensión de la zona tratada. En función del problema a tratar y de su gravedad, pueden ser necesarias entre 5 y 10 sesiones.
La terapia de ondas de choque radial, balístico es un método versátil para la mejora de la celulitis, la reafirmación de la piel, las marcas de estrías. Se usa en combinación con la criolipólisis, la radiofrecuencia, la mesoterapia, la carboxiterapia, para apoyo al drenaje linfático…