El mecanismo exacto de producción de la pitiriasis alba se desconoce, algunos especialistas lo consideran un síndrome con varias causas, otros sin embargo lo consideran una forma de eccema. Es frecuente que acompañe a la dermatitis atópica. El origen está asociado a sequedad de la piel y en algunos casos a eccemas.
La exposición al sol, los baños en piscinas o el contacto con jabones son factores precipitantes bien conocidos pues al broncearse la piel sana aumenta el contraste con las placas de pitiriasis alba, que no se broncean.
Es importante resaltar que el origen no está asociado a falta de vitaminas, anemia o infecciones por hongos o bacterias, y que es un proceso completamente distinto a las manchas blancas de vitíligo.
Se manifiesta como parches blancos o hipopigmentados como monedas que presentan una descamación muy fina en la superficie localizados en cualquier parte del cuerpo, principalmente en cara y extremidades. En verano se hacen más evidentes debido a que no se pigmentan como el resto del cuerpo posterior a la exposición solar.
El tratamiento es principalmente en base a hidratación, en casos persistentes se pueden utilizar cremas antiinflamatorias que contengan esteroides o inhibidores de calcineurina.
La prevención al igual que el tratamiento está basada en la hidratación diaria y en las medidas para prevenir la sequedad excesiva de la piel, es decir: evitar los baños prolongados, el agua muy caliente y jabones o detergentes abrasivos.