A raíz de esta práctica pueden surgir numerosas complicaciones como el desgarro del lóbulo perforado, la infección, la dermatitis y el alargamiento del orificio del lóbulo.
El desgarro suele ser producido por el peso de los pendientes o por un tirón brusco con aumento exagerado del orificio del lóbulo y en algunos casos hasta el desgarro total dividiendo el lóbulo en dos.
Se debe reparar cuando se detecte el desgarro, ya que cuanto más grande sea, mayor será la cicatriz tras la corrección.
El desgarro se repara retirando un poco de piel para juntar ambas partes separadas y dejando una cicatriz poco visible.
Es un procedimiento sencillo que se realiza bajo anestesia local y en forma ambulatoria. El procedimiento que dura unos 30 minutos aproximadamente, e inmediatamente después se pueden realizar las actividades cotidianas.
Después de haberse practicado la cirugía no se necesita ningún vendaje especial. Las suturas se retiran aproximadamente a los 10 días. Hay que tener en cuenta que el orificio permanecerá totalmente cerrado unas 6-8 semanas, y es entonces cuando se podrá practicar el nuevo orificio.