La causa de la rosácea es desconocida. Existen factores desencadenantes como son las radiaciones ultravioletas, los cambios bruscos de temperatura, las comidas picantes y la infección gástrica por Helicobacter pylori.
La piel rosácea se manifiesta de diferentes formas en función del estadio en el que se encuentra el paciente. En fases iniciales, se manifiesta en los pacientes el enrojecimiento facial desencadenado por cambios bruscos de temperatura, picantes o bebidas alcohólicas. Este fenómeno se conoce como “flushing” ” y es producido por la vasodilatación. La piel vuelve a su tonalidad normal una vez pasado el episodio. Así los episodios de enrojecimiento son más frecuentes, la piel se vuelve de una tonalidad rojiza permanente, conocido como cuperosis.
En estadios más evolucionados, pueden aparecer granitos similares a los que aparecen en el acné juvenil, llamados pústulas. Los episodios de inflamación repetida pueden favorecer que se produzca ya en estadios muy avanzados, el rinofima o deformidades nasales.
A pesar de ser una enfermedad puramente cutánea, puede afectar también a los ojos y producir molestias como enrojecimiento, inflamación o sensación de cuerpo extraño.
El tratamiento para la rosácea dependerá del estadio clínico del paciente. Existen tratamientos tópicos y sistémicos, sea cual sea el estadio, es importante y común evitar la exposición y usar cremas con filtro de protección solar elevado.
En el caso de los tratamientos tópicos se encuentra el metronidazol, a concentración 0,75-1%, o también se pueden emplear antibióticos tópicos como clindamicina. Y en los tratamientos sistémicos se encuentran antibióticos como doxiciclina a dosis de 50-100 mg/d, minociclina 100mg/d. Para el tratamiento de la cuperosis o enrojecimiento facial (las telangiectasias o arañas vasculares) es de primera elección la laserterapia o la luz intensa pulsada. Algunos estudios recientes apuntan hipotensores como carvedilol como una buena opción terapéutica para el enrojecimiento facial.
La única medida preventiva es evitar la exposición solar, usar cremas con filtro de protección solar medio-alto y evitar otros desencadenantes como bebidas alcohólicas, cambios bruscos de temperatura y picantes.